El próximo miércoles 11 se celebrará el 10º Día del Mal de Parkinson en todo el mundo, enfermedad que provoca desórdenes neurológicos, cuya causa sigue siendo un misterio. En La Matanza, aparentemente se registran altos índices de pacientes que poseen este trastorno para el cual existen tratamientos que alivian los síntomas pero que, sin embargo, no curan la enfermedad.
La doctora María Cristina Roveta, neuróloga del Policlínico de San Justo, relató como a través de los años generó su estadística personal sobre este mal, ya que” las oficiales parecen no existir”, explicó. “Uno de cada 10 pacientes que se atienden regularmente en este consultorio padece Mal de Parkinson”, afirmó Roveta y agregó que “con el tiempo este porcentaje parece ir en aumento”.
Según la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad afecta aproximadamente a 200 de cada 100 mil personas y a 2 de cada 100 entre los mayores de 65 años. Basándose en estos datos, “el número de enfermos de Parkinson que atendemos en el Policlínico parecería alto”, indicó la doctora pero aclaró que “estos son datos que surgen desde mi experiencia profesional, por lo que no puedo hacer una afirmación en general”.
Pese a seguir todos los pasos burocráticos necesarios para solicitar alguna información estadística sobre el Mal de Parkinson a nivel local, en la Secretaría de Salud Pública no existen datos acerca de la situación de esta enfermedad en el partido, pese a que, según la neuróloga, “se elevan informes regularmente” para que sean cuantificados.
La Sustancia Negra
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central, propio, por lo general, de personas de edad avanzada, que perjudica las habilidades motoras y el caminar. Ocurre cuando ciertas células nerviosas, o neuronas, en un área del cerebro conocida como sustancia negra, mueren o sufren deterioro (ver infografía).
Los cuatros síntomas principales son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados. A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples.
El Parkinson no hace distinciones de edad, raza ni sexo y se da en personas en todos los lugares del mundo. Si bien se desarrolla más frecuentemente después de los 50 años de edad y es uno de los trastornos neurológicos más comunes en las personas de edad avanzada, en ocasiones se presenta en adultos jóvenes y hasta en niños.
La enfermedad es tanto crónica como progresiva, es decir, sus síntomas persisten a lo largo del tiempo y empeoran con los años. No es contagiosa ni usualmente se hereda.
Hasta ahora no se saben con exactitud las causas, ni existe una cura para la enfermedad, pero sí hay tratamientos para mejorar la calidad de vida del individuo, incluidos medicamentos, terapia y ejercicios. Si esta enfermedad no es tratada, progresa hasta provocar incapacidad total, acompañada frecuentemente del deterioro general de todas las funciones cerebrales y puede llevar a una muerte prematura.
Una esperanza
Un grupo de científicos franceses tuvieron éxito en sus esfuerzos por producir neuronas in vitro a partir de células madre extraídas de la piel humana adulta. Es la primera vez que se obtiene una neurona en un estado avanzado de diferenciación nerviosa a partir de piel humana, según el investigador principal, François Berthod. Este avance abre una esperanza para miles de enfermos en el mundo debido a que podrá conducir en un futuro cercano a innovaciones revolucionarias en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como la de Parkinson.
La doctora María Cristina Roveta, neuróloga del Policlínico de San Justo, relató como a través de los años generó su estadística personal sobre este mal, ya que” las oficiales parecen no existir”, explicó. “Uno de cada 10 pacientes que se atienden regularmente en este consultorio padece Mal de Parkinson”, afirmó Roveta y agregó que “con el tiempo este porcentaje parece ir en aumento”.
Según la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad afecta aproximadamente a 200 de cada 100 mil personas y a 2 de cada 100 entre los mayores de 65 años. Basándose en estos datos, “el número de enfermos de Parkinson que atendemos en el Policlínico parecería alto”, indicó la doctora pero aclaró que “estos son datos que surgen desde mi experiencia profesional, por lo que no puedo hacer una afirmación en general”.
Pese a seguir todos los pasos burocráticos necesarios para solicitar alguna información estadística sobre el Mal de Parkinson a nivel local, en la Secretaría de Salud Pública no existen datos acerca de la situación de esta enfermedad en el partido, pese a que, según la neuróloga, “se elevan informes regularmente” para que sean cuantificados.
La Sustancia Negra
La enfermedad de Parkinson es un trastorno degenerativo del sistema nervioso central, propio, por lo general, de personas de edad avanzada, que perjudica las habilidades motoras y el caminar. Ocurre cuando ciertas células nerviosas, o neuronas, en un área del cerebro conocida como sustancia negra, mueren o sufren deterioro (ver infografía).
Los cuatros síntomas principales son el temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara; la rigidez de las extremidades y el tronco; la bradicinesia o lentitud de movimiento; y la inestabilidad de postura o la coordinación o balance afectados. A medida que estos síntomas se hacen más pronunciados, los pacientes pueden tener dificultad en caminar, hablar y realizar otras tareas simples.
El Parkinson no hace distinciones de edad, raza ni sexo y se da en personas en todos los lugares del mundo. Si bien se desarrolla más frecuentemente después de los 50 años de edad y es uno de los trastornos neurológicos más comunes en las personas de edad avanzada, en ocasiones se presenta en adultos jóvenes y hasta en niños.
La enfermedad es tanto crónica como progresiva, es decir, sus síntomas persisten a lo largo del tiempo y empeoran con los años. No es contagiosa ni usualmente se hereda.
Hasta ahora no se saben con exactitud las causas, ni existe una cura para la enfermedad, pero sí hay tratamientos para mejorar la calidad de vida del individuo, incluidos medicamentos, terapia y ejercicios. Si esta enfermedad no es tratada, progresa hasta provocar incapacidad total, acompañada frecuentemente del deterioro general de todas las funciones cerebrales y puede llevar a una muerte prematura.
Una esperanza
Un grupo de científicos franceses tuvieron éxito en sus esfuerzos por producir neuronas in vitro a partir de células madre extraídas de la piel humana adulta. Es la primera vez que se obtiene una neurona en un estado avanzado de diferenciación nerviosa a partir de piel humana, según el investigador principal, François Berthod. Este avance abre una esperanza para miles de enfermos en el mundo debido a que podrá conducir en un futuro cercano a innovaciones revolucionarias en el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas, como la de Parkinson.

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