La contradicción de una Obra Social

Es de suponer que uno de los objetivos primarios de cualquier Obra Social es facilitar a sus afiliados el acceso a la salud. Sin embargo, existen contradicciones groseras a esa premisa esencial. Una de las tantas pequeñas contradicciones, que en definitiva conforman a las grandes, se ilustra con lo recientemente padecido por un afiliado que se ve inmerso en una situación insólita a la hora de mejorar su salud.

Este es el caso de la O.S. del Sindicato de Trabajadores Municipales de La Matanza (STML), donde días pasados a uno de sus “beneficiarios” se le negó un sencillo certificado de aptitud física, aún cuando desde la propia institución se le había ordenado análisis clínicos y cardiológicos, cuya realización demandó dos semanas.

¿El argumento? “Acá no se dan certificados de salud”, fue la respuesta.

A pesar de la insistencia del afiliado por tratar de solucionar una situación ridícula e inconveniente ante el Auditor Médico y el Jefe de Personal, el problema no fue resuelto y debió asentar su reclamo en el libro de quejas.

Allí firmó el documento que dejaba en claro que era asmático y necesitaba, para combatir el mal, practicar natación. Por eso era imprescindible un certificado que acredite su buen estado físico, del que daban cuenta los excelentes resultados de los análisis hechos.

Hoy todavía resuenan en sus oídos las palabras del Auditor Médico, el doctor Ferrer: “no estoy capacitado” para dar certificados.