

Pero, la cifra se reduce automáticamente a 8 millones si se supone que la mitad de los asistentes (cien mil personas) concurrió por convicción. Sin embargo, aun así esa situación sería poco probable dado que es de público conocimiento la metodología de “apriete” de los sindicatos para congregar a una multitud. Cada argentino conoce por lo menos una persona que fue advertida de la conveniencia de ir a un acto.
Así, la movilización estuvo compuesta por diversas delegaciones de los sindicatos, además de organizaciones sociales y de derechos humanos, como columnas de las intendencias del conurbano bonaerense.
A todo se debe sumar los gastos de campaña que llenaron de afiches la Ciudad de Buenos Aires y gran parte del conurbano. ¿Lo bueno de todo esto? Gracias a este acontecimiento y con calculadora en mano, podrá arribarse fácilmente a las cifras contundentes y tristes del clientelismo.
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